jueves, 15 de octubre de 2009

Deshabitada

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Soy presa de alucinaciones arteras
drogada por mis deseos
que profeso sin reservas
entre un alquimista y un arlequín


sé de sus febriles desasosiegos
ambos como grises pájaros sobre mi techo
ciegas luciérnagas en mi lecho
ambos para mí perdidos
justo allí en el ensamble del vértigo con el amor
sin reglas que profesar


tambaleante
anonadada
he dejado de soñar 
en la habitación de mis pesadillas
paralizada 
me he quedado estacionada
emplazada
en sus alucinantes diatribas 
diálogos tambaleantes
de quisquillosas efervescencias


el atlas de mi palabra
moldeado por mi cuerpo
tantas veces despedazado
abierto como la gaveta de mi mesa de noche
de oscura fisonomía
trozos de labios
pedazos de besos sobre los senos


pero sigo siendo la misma de ayer 
ingobernable
anclada al dolor
me he sumido en el silencio cómodo
no porque haya faltado corazón 
sino sólo el valor
para asumir 
que no puedo habitar feliz

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miércoles, 7 de octubre de 2009

Mordaza

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No estás aquí
ni estoy allí
y no podemos saciar las interrogantes
pernoctan las dudas en el escenario

hoy no hay espectadores
que quieran acusarnos
no hay penas que se atrevan a condenarnos
todos se ahuyentaron
y no hay feligreses
que quieran cargar
con la amargura de los fracasos

la máscara descarnada danza
en tórrida desolación
la helada luz, brutal, difusa
morbosa y vacía (ratos de exaltación)
simbiosis perfecta de botellas
con fantasías bebedizas

un corazón lleno de alfileres
en un escenario vacío de seres
y la vida que se esparce inhumana
en claros oscuros

y la muerte agazapada en blanco y negro
la habitación contempla los errores
los aplausos hacen eco en mis paredes
acueductos de caratulas

mientras sigo prisionera de la escalerilla
el largo andamio solitario
desde donde te miro callada

(en ensordecedor silencio de jirones)

mordaza
ajeno dolor
cerco de caracol parpadeante
vertiente (buscando)
tu rumor solitario


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